El día 26 de Abril de 1937, unos meses después del golpe de estado del General Franco contra el legítimo gobierno republicano de España, la pequeña ciudad de Gernika fue atacada desde el aire. El escuadrón alemán llamado “Legión Cóndor” bajo orden de su Jefe de Estado Mayor, el General Wolfram von Richthofen, un hombre fiel seguidor a Adolf Hitler, junto con fuerzas italianas arrojaron durante tres horas más de 7000 bombas sobre Gernika. Era día de mercado. El gobierno regional vasco registró más tarde 1654 muertos. La mayoría de las casas fueron destruidas; el resto fue arrasado por las llamas.
Pero no fue solamente Gernika, sino también otros lugares del Norte de España así como unidades del Ejército Republicano y de las Brigadas Internacionales, que estuvieron expuestos prácticamente sin ninguna protección a los bombardeos perpetrados por la aviación alemana e italiana. Algunos historiadores estiman que el apoyo aéreo prestado por el Régimen Nazi a las tropas de Franco fue decisivo para la victoria de éste. Gernika fue la primera víctima y se convirtió en el símbolo del empleo masivo y sin piedad de las bombas contra la población civil durante la II. Guerra Mundial.
Desde hace varios años la familia de Wolfram von Richthofen ha venido trabajando de forma constructiva las cargas resultantes del pasado nazi y también ha tratado en su seno el ataque a Gernika considerado contrario al Derecho Internacional. Fruto de este trabajo, la Familia Richthofen ha introducido en sus estatutos el compromiso de apoyar a iniciativas que fomenten la reconciliación y la Paz. El 26 de abril de 2017, 80 años después de la destrucción de Gernika, Dieprand von Richthofen, un familiar de Wolfram von Richthofen, se encontró con uno de los pocos sobrevivientes vascos de la masacre, Luis Iriondo, y llegó a expresar públicamente su sentimiento de vergüenza ante lo ocurrido a la vez que manifestó su compasión para con las víctimas y su familiares.
Traducción: Andreas Schäfter, «Centro de la Paz»