ESCUCHA RECONOCIMIENTO RESILIENCIA

J. Palou-Loverdos. © J. Palou.
Hacer memoria no es sólo recordar hechos del pasado. Es, sobre todo, evocar una presencia, evocar presencias. Estamos decididos a reconocer y comprender los hechos del pasado –incluidos los que nos han destruido y dividido– para proyectarnos armónicamente en el presente y hasta las siete generaciones que nos seguirán…
Contexto para un marco de memorias en Europa
La guerra y la dictadura han dejado una fuerte impronta en personas, colectivos e instituciones de España en general, y de Cataluña en particular; sus efectos se despliegan todavía en el presente y, con diversa intensidad, en al menos tres generaciones diferentes. Ello afectó a cientos de miles de personas no sólo en España sinó en muchos países europeos. Cuando escribo este artículo a finales de 2016 estamos haciendo memoria y recordamos que hace 80 años se inició una guerra civil provocada por el alzamiento militar del 18 de julio del año 1936.

Representantes de la Asociación „Amigos del Memorial de Neuengamme“ en su viaje a Catalunya en marzo del 2016 delante del „Arbol de la Memoria“ en la entrada del Memorial Democràtic/ Barcelona. © Barbara Hartje, 2016.
Se rompía así una amplia transformación política, social y democrática iniciada a partir de las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, que trajo un amplio reconocimiento de libertades individuales, colectivas e institucionales que culminaron con la redacción del Estatuto de cariz soberanista aprobado en Cataluña en 1932, el Estatuto de Núria, y el impulso de un renovado Gobierno de la Generalitat de Cataluña.
Hacemos referencia pues a la Guerra Civil española (1936-1939) después de un fallido golpe de estado militar, con

Preparativos para la Audiencia Memorial de Monistrol, 2014. © Jordi Palou-Loverdos.
importantes conexiones internacionales en varios sentidos (bombardeos sistemáticos de la población civil por parte de las aviaciones alemanas e italianas, por un lado, o la presencia en España de miembros de brigadas internacionales de más de 50 países, para poner sólo dos ejemplos), con más de un millón de víctimas mortales de muy diversas procedencias ideológicas, sociales, culturales y territoriales, centenares de miles de heridos, ingentes daños materiales en infraestructuras y bienes públicos y privados, más de medio millón de exiliados (a Europa, Rusia, norte de África o a muchos países del continente americano, en especial México), más de cien mil desaparecidos, miles de víctimas en los campos de concentración franceses o en los campos de trabajo, concentración y/o exterminio nazis, una implacable represión interna durante una larga dictadura militar, con ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas a gran escala, centenares de prisiones y campos de internamiento, trabajos forzados. Personas, familias y pueblos rotos por la violencia.
Como es sabido, el final de la Guerra Civil española coincide en el tiempo con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, que devastó la ciudadanía europea e involucró a muchos países del mundo. Todo ello forma parte de las memorias -diversas y múltiples- a nivel europeo, memorias que tenemos de la responsabilidad de reconocer, asumir, escuchar, difundir.
Qué hacemos para asumir las sombras del pasado?
Últimamente se han hecho varias aproximaciones e iniciativas, desde las instituciones y desde la sociedad civil, orientadas a la investigación y la memoria de las causas, efectos y consecuencias de conflictos armados internacionales, internacionalizados e internos. Estas iniciativas se han visto complementadas por políticas públicas de memoria, de reconciliación post-conflicto, de reparación material y/o simbólica, de reconocimiento a las víctimas, de iniciativas de justicia restaurativa.
Especialmente en las últimas décadas, en contextos donde se han producido graves abusos en el pasado, se han ido aportando nuevas inteligencias creativas, nuevos procesos transicionales que buscan precisamente facilitar mecanismos de remedio que palien el dolor o las heridas y faciliten procesos evolutivos a nivel individual y/o colectivo.
Pronto se tomó conciencia de la necesaria interrelación de estos mecanismos y de la necesidad de creatividad y adaptación al contexto concreto, puesto que alguna de estas medidas consideradas de forma exclusiva podrían no servir para una transición equitativa y participada hacia la cultura de paz y nuevos sistemas democráticos.

Jordi Palou-Loverdos y Barbara Brix que se emplea a favor del diálogo internacional del Memorial de Neuengamme. © Barbara Hartje.
Cabe destacar aquí las muy relevantes iniciativas llevadas a cabo por descendientes de víctimas y perpetradores llevadas a cabo des de hace tiempo en el marco del Memorial del Campo de concentración de Neuengame. Es de un extraordinario valor y coraje la exposición pública de experiencias personales y familiares, y muy en especial cuando coinciden familiares de víctimas y victimarios. Dedican tiempo y energía a asumir los hechos del pasado y a transformar positivamente posibles resentimientos, como se remueven los escombros de ciudades destruidas después de una guerra.
Alineado con la experiencia de Neuengame en Catalunya se han explorado algunas propuestas complementarias que hemos denominado “Audiencias Memoriales”.
Las Audiencias Memoriales en Catalunya
Es en este marco que en 2015 se realiza la primera experiencia de Audiencia Memorial en Cataluña, experiencia inspirada en las Audiencias Públicas celebradas en el seno de las Comisiones de Verdad y Reconciliación a nivel internacional, así como otras experiencias de reparación moral y simbólica llevadas a cabo en Cataluña en contextos de guerra o de violencia.

Participantes de la Audiencia Memorial en Monistrol y los moderadores (Jordi Palou-Loverdos 2a fila, tercero saliendo de la derecha).© Jordi Palou-Loverdos.
Este proceso se desplegó entre finales del año 2014 y la primera mitad del año 2015, y culminó con un acto público celebrado el día 6 de mayo de 2015 en Monistrol de Montserrat. Tomando en consideración la relevancia del proceso y la trascendencia de la experiencia de Monistrol de Montserrat nos proponemos extender esta iniciativa de verdad, justicia no jurisdiccional, reconciliación comunitaria y reparación simbólica de las víctimas, orientada a facilitar el reconocimiento público institucional y ciudadano a nivel local a todas las víctimas de la violencia del periodo 1936-1977, con dinámicas que favorecen la convivencia, la cohesión y la reconciliación.
Entre otras experiencias intensas, se tuvo oportunidad de compartir y escuchar sobre hechos en los que participaron y fueron afectadas diversas personas y familias de Monistrol de Montserrat, tanto desde la perspectiva de la perpetración de muertes violentas como de las familias de las propias víctimas en sucesos concatenados en Monistrol de Montserrat y Palma de Mallorca.
En las Audiencias Memoriales que nos proponemos desarrollar en 2017 en diversas localidades catalanas se propone el encuentro de varios descendientes de autores de muertes violentas del inicio de la guerra con descendientes de responsables políticos de la dictadura franquista involucrados en diversos crímenes sistemáticos o en hechos continuados de represión sistemática, entre otros participantes de primera, segunda y tercera generación. Nos proponemos facilitar espacios para la realización de dichas Audiencias Memoriales que permitan a la vez enfrentarse a las sombras individuales y/o colectivas, y al mismo tiempo poner en valor y realzar la capacidad de resiliencia individual y colectiva de muchas personas y familias que han tenido que soportar situaciones humanas límites y que pueden servir de referentes positivos para las nuevas generaciones.
*Aprovechando las experiencias precedentes, se realizaran este año 2017 tres audiencias memoriales en Catalunya con el apoyo y financiación de la Diputación de Barcelona.
**Este artículo presenta la versión abreviada de un texto más largo y más complejo que se puede abrir aquí.