Jordi Palou-Loverdos, consultor en resolución pacífica de conflictos y facilitador de diálogos a nivel nacional e internacional (Barcelona), había presentado en nuestro blog su iniciativa llamada “Audiencias Memoriales” en la que por primera vez en localidades catalanas se reunieron descendientes de personas relacionadas con la Guerra Civil, la Dictadura franquista y la Segunda Guerra Mundial para hablar publicamente sobre cómo habían vivido/sufrido ellos y/o sus familiares los acontecimientos de esta época trágica y dolorosa. Ahora relata la continuación y los efectos de este proyecto singular:
Audiencias Memoriales
Aquella iniciativa incipiente celebrada en el año 2014, ha seguido expandiéndose en Catalunya durante los años 2017 a 20191. Desde bisabuelas y bisabuelos, pasando por abuelas y abuelos, madres y padres hasta biznietas y biznietos, personas de hasta cuatro generaciones han recorrido un camino introspectivo y de exploración personal e historia familiar, y se han reunido para escuchar(se), comprender(se), reconocer y reparar el tejido social dañado por la Guerra Civil, la Dictadura y la Segunda Guerra Mundial. Personas de Monistrol de Montserrat, Sant Boi de Llobregat y Sant Joan de Vilatorrada compartieron sus memorias orales y experiencias ante personas de sus respectivos pueblos y del resto de Catalunya y ante representantes de organismos públicos locales, provinciales y nacionales en el mismo lugar donde tuvieron lugar los hechos, haciendo referencia a muchos otros lugares conectados de Catalunya, España y Europa.
Son historias reales, cada una con su perspectiva memorial, que no salen en los libros de historia pero que conforman la historia en minúscula, muchas veces no conocida, no reconocida o, incluso, deliberadamente ocultada. No es todo lo que sucedió pero hemos podido conocer y reconocer como afectó de muchas maneras – e incluso cómo sigue teniendo efectos en el presente – la guerra, la represión de la dictadura y la tragedia del Segunda Guerra Mundial en muchas familias.
Episodias de violencia
Hemos escuchado con toda la crudeza episodios de la violencia de la retaguardia de la Guerra Civil española: personas de ideología franquista y de ideología revolucionaría que actuaron con una violencia inusitada sobre las personas y las cosas; persecución de religiosos y familiares que los apoyaban (con ejecuciones directas) y huida al extranjero; cremación de Iglesias y objetos religiosos; listados de personas para acabar con su vida por las etiquetas que se les daba; experiencias de personas que pusieron de manifiesto la crudeza y la injusticia de la violencia, de la guerra sobre sus antecesores o sobre ellas mismas; experiencias de personas que sufrieron bombardeos aéreos, pillaje o exilios al extranjero del primeros meses de la guerra.
Hemos escuchado con toda la crudeza episodios de la violencia de la guerra y sus consecuencias: la crudeza del frente, víctimas mortales y heridos (a menudo no contados entre las victimas), dolencias, miseria, hambre; personas que escondieron a otros, que las curaron, que les salvaron la vida, personas que las delataron; abuelos, mujeres o niñas construyendo refugios con sus propias manos que salvaron miles de vidas; médicos y enfermeras implicados en el salvamento de vidas en el frente de guerra, sin importar la procedencia y la ideología de las víctimas; implicaciones internacionales en la guerra y en los bombardeos, con ambivalencias en ambos bandos de la guerra, como las de los italianos, algunos fascistas implicados en la guerra o en los bombardeos o algunos implicados con las Brigadas Internacionales (de diversos países); encarcelamientos y campos de concentración en España; ejecuciones; violaciones y otras agresiones sexuales por parte de soldados nacionales y tropas extranjeras; fosas comunes y desapariciones de personas y sus restos; los disparos indiscriminados contra la población civil alejada del frente de guerra y el abandono y entierro en fincas públicas y privadas de muchos cadáveres; el exilio republicano y la dureza de los viajes de exilio y la permanencia y lucha del exilio de centenares de miles de personas a países de Europa, América y África.
Hemos escuchado con toda la crudeza episodios de la represión de la dictadura y la crudeza del exilio y la deportación a los campos de trabajo y exterminio Nazi: juicios sumarísimos, condenas a muerte, condenas en prisión, presos políticos, condenas a construir carreteras; listado de personas para acabar con su vida por las etiquetas que se les daba (rojos, separatistas, comunistas, enemigos, etc); encarcelamientos y campos de concentración en España; apropiación por el franquismo de las víctimas de la retaguardia (muchos no se sintieron reconocidos o fueron etiquetados de forma interesada e incorrecta); la eliminación de la Generalitat de Cataluña, el exilio del Gobierno y la persecución a sus funcionarios; la prohibición del catalán y el intento de borrar la cultura catalana; las depuraciones durante la dictadura, de maestras, médicos, enfermeras, abogados, con consecuencias para ellos y sus familias; la mano de obra forzada y la esclavitud; la implicación de la Iglesia con la dictadura; campos de concentración en el sur de Francia, involucración con la resistencia contra el nazismo y el fascismo, así como la crueldad de diversos campos de concentración, trabajo y exterminio Nazi durante la 2ª Guerra Mundial (en Alemania, Austria, Polonia, etc); el miedo omnipresente o el hambre feroz; la valentía de las mujeres sacando adelante familias e hijos en situaciones límites, a menudo en ausencia de maridos, padres y etc desaparecidos durante la guerra, la dictadura, el exilio o la deportación; los hospicios de huérfanos y los internados deshumanizados de la Iglesia; la represión brutal del sur de España y las diferentes oleadas de migraciones internas desde diferentes lugares de España hacia Cataluña y su integración; el abandono total de los restos humanos de soldados y civiles considerados enemigos por el régimen franquista; el compromiso de muchos sacerdotes y gente de Iglesia para acoger actos de clandestinidad, para implicarse en actividades clandestinas en favor de la democracia, o de la Iglesia progresista, obrera, catalanista, enfrentándose a la Jerarquía nacional-católica, las dificultades de la Generalitat en el exilio; las luchas de los exiliados españoles por el reconocimiento de la ONU y porqué se condenara a la España franquista y fascista; o el coraje y compromiso de las personas para protestar contra injusticias, contra presos políticos, reclamando amnistía, haciendo pasquines, reuniéndose en clandestinidad en asambleas como la Asamblea de Cataluña.
Reconocimiento del sufrimiento
La mayoría de estos hechos eran conocidos por historiadores especializados o especialistas pero causaron un verdadero impacto al ser pronunciadas palabras de experiencia directa por personas pertenecientes a tres o cuatro generaciones diferentes ante personas pertenecientes a diversos pueblos y sus representantes institucionales. Un aspecto especialmente relevante lo constituye el reconocimiento público que realizan al final de las Audiencias Memoriales los representantes democráticos, reconocimiento institucional de que dichos hecho tuvieron lugar efectivamente y que causaron sufrimientos y dolor en las personas, las familias y los pueblos donde se ejecutaron.
Conexiones descubiertas en público
Más allá de los criterios estrictamente cuantitativos podemos destacar a título de ejemplo dos episodios relevantes, con 5 testimonios muy ilustrativos, con conexiones descubiertas en público durante la Audiencia Memorial:
a) En el primer episodio entrelazado, el testigo PC relata como su padre fue salvado por el alcalde republicano Agustí Soler al volver de la siega del sur de Francia donde le sorprendió el golpe de estado frustrado y el inicio de la guerra; por su parte, la hija del Alcalde puso de manifiesto como con 13 años visitó en la prisión Modelo a su padre, Alcalde de Sant Joan de Vilatorrada encarcelado por los nuevos dirigentes de la dictadura franquista, diciéndole su padre -desde detrás de los barrotes- que fuera con la cabeza muy alta porque no había matado nadie y que era inocente; y, por último, una tercera testigo, RR puso de manifiesto la decepción de descubrir recientemente que su tío Concejal del nuevo régimen franquista no avaló al Alcalde republicano Agustí Soler, a pesar de saber que no había hecho nada, participando así activamente en la decisión que lo llevó a su ejecución y muerte violenta en campo de la Bota el 8 de noviembre de 1939 por el régimen franquista, ya habiéndose iniciado la segunda Guerra Mundial.
b) En el segundo episodio entrelazado, el testimonio de PT relata como su abuelo de 45 años fue asesinado por el comité revolucionario de San Juan de Vilatorrada a al ser identificado por sus convicciones religiosas católicas ; por su parte, el testigo JP relata como descubre en los últimos años, ante el silencio en su familia sobre la guerra y la posguerra, que su abuelo GP fue precisamente el Jefe del Comité Revolucionario de Sant Joan de Vilatorrada y que, por tanto, fue uno de los principales autores de la muerte violenta del abuelo de PT, entre otros: el nieto del perpetrador puso de su manifiesto del rechazo radical por lo que hizo su abuelo y el uso de la violencia, a la vez que puso de manifiesto de cómo ello afectó a su abuela (que tuvo que ejercer la prostitución para sobrevivir) y su padre y él mismo como nieto.
Mensajes personales
Después de sus respectivos testimonios en la Audiencia Pública los diferentes participantes pusieron de manifiesto, con diversas palabras pero en direcciones convergentes, mensajes de repudio de la guerra y sus efectos, llamamientos constantes para que episodios como los sufridos no se vuelvan repetir nunca, ni allí ni en ninguna parte, mensajes de concordia, de apelación al dialogo, de compasión, de convivencia en la diversidad, de respeto, de paz y de armonía.
Las Audiencias Memoriales han permitido la escucha y hacer memoria, con respeto, honorando – en un silencio de calidad – fragmentos de vida de cada una de las personas que voluntariamente quisieron participar; las Audiencias Memoriales han permitido reparar moral e institucionalmente a las victimas (como sugerían muchos expertos y el Relator Especial de la ONU sobre verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición); se ha roto el silencio en público, ante el pueblo que vivió estos hechos y ante las autoridades públicas que reconocieron públicamente estos hechos; se han dignificado las personas y las victimas por parte de las instituciones públicas en democracia; se ha puesto en valor el enorme coraje y la capacidad de resiliencia individual de las personas y resiliencia colectiva de los pueblos donde se realizaron las Audiencias Memoriales. Éstas han contribuido a conocer y a comprender hechos, ideas y sentimientos de personas con nombres y apellidos. Sin querer equiparar víctimas y verdugos, se ha facilitado la escucha de los testigos en primera persona e incorporando padres, abuelos, bisabuelos, tíos, hijos, nietos, biznietos, cada cual desde su visión y perspectiva: hemos escuchado descendientes de perpetradores que han repudiado los hechos y el sufrimiento que causaron sus antecesores a la gente del pueblo, hemos reconocido su coraje de reconocer esto en público ante el pueblo y su voluntad reparadora; también hemos escuchado víctimas y descendentes de víctimas (incluso algunos relacionados directamente con descendentes de perpetradores) y hemos reconocido su dignidad, nunca perdida, pero ahora reconocida en público.
Las Audiencias Memoriales han permitido destacar la generosidad de los testigos y sus familias: algunas personas han rescatado sus memorias individuales, o hablado y preguntado por primera vez a sus familias, o hablado por primera vez abiertamente con miembros de familia extensa, hablado con hijos, nietos, biznietos; algunos se han descargado de un peso que llevaban dentro: algunas lo han expresado en las reuniones preparatorias y han preferido no hacerlo en público (de forma completamente respetable); muchas han hablado en público tanto de su sufrimiento como de las cosas buenas que pudieron ver y descubrir en la gente próxima y lejana: gente que salvó vidas (de próximos e incluso de lejanos arriesgando la propia vida); han tratado y curado heridas todavía abiertas; a algunas personas su participación en las Audiencias Memoriales las ha incomodado de alguna manera y han superado la incomodidad para compartirlo generosamente, o han expresado memorias dolorosas todavía muy presentes. Lo más extraordinario es que se ha hecho con voluntad de no olvidar y, a la vez, sin resentimiento, mostrando capacidad de resiliencia ante el dolor y sufrimiento de conciudadanos, de superación de dificultades y situaciones límites individuales y familiares, disolviendo miedos, etiquetas y prejuicios, desvaneciendo rumores y transformando resentimientos, como instrumento de cierre de ciclos dolorosos.
Las Audiencias Memoriales han reparado un poco el tejido social que había quedado dañado, tanto en las sesiones formales de las Audiencias como en las sesiones informales, los intercambios y diálogos espontáneos antes y después de las Audiencias: se han producido miradas, palabras, intercambios, encuentros improbables e impensables entre personas, incluso abrazos entre descendentes de verdugos y descendientes de víctimas de estos, entre auténticos sobre/supervivientes; las Audiencias Memoriales nos han permitido aprender de personas que tendrían motivos para odiar a quién los encadenó con hechos lesivos (tanto de la violencia revolucionaría, como de la guerra, como de la represión de los que ejecutaban la dictadura) pero que hicieron la opción de no generar una nueva cadena de odio y de nuevos hechos lesivos que llevarían a una concatenación de violencias sin fin.
Sin resentimiento y rompiendo cadenas de odio como hicieron y han hecho muchos supervivientes de guerras y violencias sistemáticas: algunos ejemplos, en relación a la 2ª Guerra Mundial: Jean-Michel Gaussot e Yvonne Cossu-Alba, hijo e hija de dos resistentes a la ocupación Nazi de Francia y posteriormente deportados franceses al Campo de Neuengamme (Hamburgo), donde encontraron la muerte violenta al final de la Segunda Guerra Mundial, y Barbara Brix y Ulrich Gantz hija e hijo que descubrieron en su edad adulta que sus padres fueron dos oficiales alemanes nazis de las SS miembros de las Einsatzgruppen («Unidades de ataque» operativas en la Unión Soviètica y Polonia para la eliminación de judios, gitanos y comisarios políticos) con su comprometido ejemplo a través de su iniciativa Memoire a Quatre Voix2, con el compromiso sostenido desde 2014 de llevar a jóvenes y adultos un conocimiento sin resentimientos sobre sus historias familiares – incluyendo vivencias y descubrimientos dolorosos – y, a la vez, un mensaje de concordia, promoviendo la apertura de espíritu en favor de unas sociedades más tolerantes, pacíficas y armónicas; como han hecho y hacen descendientes de perpetradores de la dictadura militar argentina, reconociendo ser hijos de genocidas y de un sistema de terrorismo de Estado3 y acusando a sus padres y abuelos publicamente; como el proyecto de encuentro de diversas víctimas del terrorismo en España y el Pais Vasco4, o como hicieron las hijas del político Ernest Lluch con los responsables del grupo terrorista ETA ante la muerte violenta de su padre:
«… no me he planteado si los he perdonado, supongo que los tengo perdonado porque lo que no quiero es vivir con rabia, ira y con ganas de venganza porque así no se vive … no me hace falta que me pidan perdón personalmente, el perdón lo tendrán demostrando que se arrepienten, que definitivamente lo dejan y que no maten ni extorsionan a nadie más y la sociedad pueda vivir en paz y puede hacer su vía democráticamente«.
Seguimos avanzando en la construcción de una memoria colectiva que transforme y supere resentimientos, repare el tejido social dañado en el pasado y nos proyecte armónicamente en el futuro, teniendo presente en la mente y el corazón no sólo las generaciones que nos precedieron sino, al menos, las siete próximas generaciones que nos seguirán.
Jordi Palou-Loverdos
Impulsor y Co-responsable de AudiMem-Audiencias Memoriales.
Director de la Fundación Carta de la Paz Dirigida a la ONU
[1] Las Audiencias Memoriales son organizadas y facilitadas por un equipo formado por Mireia Vives, Daniel Fernandez y Jordi Palou-Loverdos, trabajando en sinergia con entidades sociales, personas y familiares de cuatro generaciones, Ayuntamientos y otras instituciones públicas como la Diputación de Barcelona o el Memorial Democràtic de la Generalitat de Catalunya. Pueden verse imágenes de las Audiencias Memoriales en el video de la Diputació de Barcelona https://www.youtube.com/watch?v=eWfLtEiDxog (última consulta 22 de agosto 2019).
[2] Ver el vídeo (sólo en francés) Mémoire a Quatre Voix https://www.youtube.com/watch?v=VFvqQduHmds (ultima visita 22 de agosto de 2019)
[3] Ver al respecto la publicación “Escritos desobedientes: historias de hijas, hijos y familiares de genocidas por la memoria, la verdad y la justicia”, Ed. Marea, Analía Kanilek (comp), https://www.editorialmarea.com.ar/catalogo/derechos-humanos-3/escritos-desobedientes-46, (última visita 22 de agosto de 2019).
[4] Ver al respecto la experiència compartida “Iniciativa Glenkree” impulsada en el año 2007 en el Pais Vasco por Carlos Martín Beristain, Galo Bilbao, Julián Ibañez de Opacua, Maixabel Lasa y Txema Urquijo, http://www.euskadi.eus/contenidos/informacion/listado_glencree/es_listado/adjuntos/RELATO%20INICIATIVA%20GLENCREE%20DEFINITIVO.pdf (última visita 22 de agosto de 2019).