El Museu Memorial de l’Exili

El Museu Memorial de l’Exili (MUME), situado en La Jonquera,  es el único museo dedicado a la preservación de la memoria del exilio republicano y de su legado. Este centro, que abrió sus puertas al público en febrero de 2008, contiene una exposición permanente que, a partir de una atractiva museografía en la que predominan los elementos audiovisuales,  traza un relato del exilio desde la Guerra Civil española hasta la transición a la democracia en los años setenta del siglo pasado. Asimismo, el edificio, que se caracteriza por una arquitectura moderna y racional, dispone de una sala de exposiciones temporales  y un aula polivalente para la acogida de visitas en grupo y la realización de workshops.

La exhibición. © MUME.

Aunque uno de los principales objetivos del equipamiento es la divulgación de la memoria e historia del exilio republicano, hay que subrayar que, a través del departamento de exposiciones temporales con el apoyo del consejo asesor científico,  se considera también prioritario la realización de un trabajo que tenga en consideración  una mirada general sobre el fenómeno del exilio, entendiéndolo como una constante en la historia del siglo XX y en la actualidad. Es decir, fundamentado en una visión amplia que fije la atención en otros hechos históricos o actuales que han tenido o tienen lugar en otras zonas del planeta. Las violencias políticas, los desplazamientos forzosos de población y los desastres humanitarios ocupan un lugar de primer orden en un programa de actividades que pretende fomentar la reflexión y la formación crítica de la ciudadanía.

La Segunda Guerra Mundial es la Guerra Civil española

Como es sabido, una de las guerras sobre la que más se ha escrito, casi tanto como en torno a la Segunda Guerra Mundial, es la Guerra Civil española. Conflicto ideológico como pocos, barnizado con una alta dosis de romanticismo en muchos aspectos, sigue siendo hoy uno de los acontecimientos históricos que despierta más fascinación. La visita al Museu Memorial de l’Exili es una oportunidad para acercarse a ese pasado de una manera respetuosa, pero también lúdica. El entorno fronterizo que rodea las instalaciones del museo es verdaderamente un paisaje emocional que permite revivir páginas pasadas de la Guerra Civil española y de la misma Segunda Guerra Mundial. Por eso, desde el museo se ofrece un conjunto de actividades que complementan la visita a la exposición permanente.

Servicio Educativo

Estas actividades, llevadas a cabo por el Servicio Educativo, se caracterizan por el ligamen que establecen entre paisaje y memoria. Es decir, se intenta mostrar unos recuerdos inscritos en la geografía de la frontera y hacerlos perceptibles en recorridos a pie guiados, en las lecturas literarias y testimoniales realizadas en espacios de memoria emblemáticos, o bien mediante la oferta de itinerarios transfronterizos en el departamento francés de los Pirineos Orientales. Una zona dónde es posible visualizar ese período histórico a través de los vestigios existentes en lugares que alojaron campos de internamiento, centros de acogida o pequeños monumentos y estelas que recuerdan lo transcurrido. Refugiados republicanos catalanes y españoles, judíos centroeuropeos y gitanos perseguidos por el nazismo,  antifascistas de diversos países europeos, desertores y resistentes franceses, pilotos aliados huidos reaparecen en estos escenarios transfronterizos en los cuales el Museu Memorial de l’Exili actúa como uno de los principales ejes de referencia de ese pasado.

Los testigos del exilio

Asimismo, uno de los retos más importantes del equipo que dirige el museo es la relación con los testigos del exilio y sus descendientes. Sin duda, una de las cuestiones más relevantes es encontrar el equilibrio entre ser un centro de divulgación de la historia del exilio y un espacio de conmemoración. En este sentido, el trabajo que se realiza tiene muy presente que el testigo debe tener un papel protagonista.

La exhibición. © MUME.

Lo tiene en la misma exposición permanente a través de la muestra rotatoria de casos de historias de vida de exiliados y, además,  los testigos son tenidos muy en cuenta en el programa variado de actividades temporales. Un programa que incluye exposiciones, coloquios, seminarios y actos de carácter pedagógico particularmente dirigidos a las jóvenes generaciones.

Patrimonio material e inmaterial

También cabe destacar que los testigos y sus familiares están actuando como los máximos proveedores de los fondos documentales del museo. Este vínculo con los testigos como portadores de un patrimonio material e inmaterial de valor incalculable, al lado del trabajo con el público escolar, le concede al MUME un claro carácter de servicio público. Por lo tanto, el mayor desafío del Museu Memorial de l’Exili es ejercer su trabajo con un alto grado de responsabilidad social.